Los Warriors y la guerra entre Nelson y Mullin

Fieles seguidores del baloncesto, la NBA se empieza a parecer a la Liga de Futbol Profesional española. No lo decimos por los elevados salarios, ni la "hoguera de Vanidades" y egos que acaba siendo cada equipo, sino por las guerras de dimes y diretes en los despachos.
Hoy vamos a hablar de los Golden State Warriors y su lucha de cortesanos en la corte.
Atrás quedan las esperanzas puestas en un equipo en el que el talento de sus jovenes parecía cuajar y hace dos temporadas y sin pronostico alguno, ganan en los playoff en la primera ronda a unos poderosos Dallas Mavericks del MVP de ese año, el alemán Dirk Nowitzki. A esta epopeya de los guerreros o catastrofe de los tejanos, según se vea, se le calificaría como la mayor desilusión en la historia de la NBA. No hay que olvidar que el equipo del entrenador Don Nelson acabaron octavos de la conferencia oeste la liga regualar, y los Mavericks primeros. Baron Davis y Stephen Jackson se salieron literalmente y eran la esperanza de una franquicia en construcción.
En la presente campaña, Davis ha firmado por los Clippers y Jackson acaba de decir que quiere irse del equipo de Oakland. Los rumores afirman que tras un inicio horroroso por parte del equipo ,8 victorias por 22 derrotas, y varias llamadas de Chris Mullin (vicepresidente de los Warriors) a Nelson, este decide tener una pequeña reunión con su estrella Jackson y le dice que está realmente descontento con su actitud y juego. Stephen ha tenido varias lesiones en esta campaña y forzó su vuelta para no dejar en cuadro a los Warriors pero el jugador se ha desilusionado con esta pequeña riña y en un acto muy poco inteligente, decide no forzarse y no jugar hasta que se recupere perfectamente de sus lesiones.
Pero el problema no reside en este detalle digno de "balones fuera" por parte de Nelson. Volvamos quince años atrás y nos encontramos a unos Warriors que parecen una olla a presión. La tensión se respira entre Nelson y su mejor jugador en esa campaña, Chris Webber. C. Dohan, dueño de los Warriors decide tomar parte por el entrenador y se realiza un cambio en el que se manda a Webber a los Washington Bullets (actualmente Wizards) en el cual perdió indiscutiblemente los californianos. Después de esto se le ofrece firmar un nuevo contrato a Don Nelson por dos años más, para tener que echarle al final de la temporada por malos resultados y no haberse clasificado para los playoffs.
Nelson afirmó y sigue afirmando que no tiene ningún problema con Webber, ni en la actualidad con Mullin ni Jackson. Sea cierto o no, el vicepresidente Mullin quería quitarle las riendas a Nelson, para que firmara como General Manger y poner de entrenador a Sydney Moncrieff (qué clase tenía este jugador). Según varias fuentes si esto hubiera sucedido, B. Davis continuaría en Golden State.
"Aquellos que no recuerden el pasado, están condenados a repetirlo"
En el momento actual los warriors han "aceptado" el regalo de los Knicks y Crawford empieza a rendir. También Bellinelli a quien Nelson quiso mandar a la liga de desarrollo, a lo cual se negó el italiano, y Williams, base venido de los Nets y criticado por el entrenador desde su llegada. Los problemas no quedan ahí y Randolph, nueva adquisición en el draft, no se salva de las malas pulgas de su entrenador y está abocado a unos humildes 20 minutos. La mayoría de los especialistas afirmaban que con Derick Rose, rookie de los Bulls, Randolph (19 años) sería el jugador del futuro.
A Chris Mullin estas cosas empiezan a cansarle, pero Nelson tiene la confianza de Dohan en toda estas decisiones, como afirmó el dueño hace dos semanas. El exjugador y vicepresidente tiene todo el apoyo de los accionistas minoritarios que empiezan a plantearse comprar el equipo, echar a Nelson y dar todo el comando de la situación a Mullin.
Esperemos que Chris no le de por volver a beber con esta cruz que tiene con Don Nelson.